3/18/2008

Relaciones Peligrosas

De las muchas facetas mostradas en la pantalla grande por Glenn Close, recordaba una donde aparecía quitándose el maquillaje con un dolor contenido, después de ser repudiada en público debido a su maldad sin tregua. Eso era todo. Hasta que por casualidad se coló por el cable ese film de época como ninguno: “Relaciones Peligrosas” de Stephen Frears.
Estamos a mediados del siglo 19, en una Francia donde pululan las pelucas empolvadas y los corpiños ajustados. Allí cohabitan dos ex amantes que, quizá por qué razones, se volvieron cínicos y manipuladores. Ella intentará por todos los medios de arruinar a su prima haciendo que la hija de ésta se case con un pobre maestro de música. Él, en tanto, apostará con su vida el enamorar a una mujer imposible, debido a su condición de casada y devota al cristianismo.
Son años en donde lo fatal del romanticismo se manifiesta en su cenit, lo mismo que los placeres mundanos más lujuriosos. Los dos personajes principales son unos ociosos que viven para el sosiego de sus bajos instintos, mientras la Francia se desangra en una injusticia social que apenas se muestra. Claro, si lo principal acá era retratar una casta de nobles corruptos.
La maldad se muestra sin cortinas en las actuaciones de Glenn Close y John Malkovich; así como el candor frágil de Michelle Pfeiffer y los apetitos nacientes de los jóvenes interpretados por Keanu Reeves y Uma Thurman. Nunca un film había tratado el juego de la vanidad y las artes de la seducción con tanto detalle. El Vizconde de Valmont hace uso de una locuacidad parecida al de Cyrano de Bergerac, pero con fines menos nobles.
Un par de individuos corrompidos por el rencor que se ven atrapados por su propia inoperancia frente a un sentimiento que, a esas alturas, no saben como controlar. Es el amor que nace debilitado y que termina por subyugar a él primero, en medio de un duelo, y a ella después con la afrenta cruel de una sociedad que la repudia en público.
“La vanidad y la felicidad son excluyentes” dice la Marquesa de Merteuil, puesto que el egoísmo que profesa es lo único que puede mantener a ralla los designios secretos del amor. Gabriela Mistral lo decía: el dolor o te hace mejor o peor. Ellos, quisieron ahogar sus frustraciones en la esperanza de dos jóvenes que despertaban al cariño y en una devota esposa cristiana. El juego esta vez les pasó una factura demasiado cara de pagar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hello. This post is likeable, and your blog is very interesting, congratulations :-). I will add in my blogroll =). If possible gives a last there on my blog, it is about the TV Digital, I hope you enjoy. The address is http://tv-digital-brasil.blogspot.com. A hug.