12/13/2006

Y la menté floreció


Vivimos en un planeta hiperpoblado. Para sobrevivir es necesario adaptarse. Acá no sólo entra en juego la biología de las especies, la creatividad también tiene un peso gravitante en esta mentada adaptación humana.
Es una idea obsesiva del realizador Spike Jonze, que comienza a deshilvanarse con un periplo vertiginoso acerca de la teoría evolucionista de Darwin. Así empieza “Adaptation” que en sus inicios pensó llamarse “El ladrón de orquídeas”, título que finalmente llegó a la cartelera nacional.
El ladrón… es el título original de un reportaje de la periodista Susan Orlean, del periódico New Yorker, el que fue ampliado a formato de novela por encargo de la editorial Random House. En él relata la odisea de John Laroche para encontrar la enigmática “orquídea fantasma” en una reserva forestal de Florida. La misma editorial desea llevar esta trama al cine, razón por la cual encarga los servicios de un guionista amateur. Charlie Kaufman es un acomplejado escritor obsesionado en su aspiración por hacer de su trabajo algo original. Su hermano gemelo, en tanto, cumplirá el rol contrapuesto al crear un guión banal prosternándose a los requerimientos de la industria del celuloide, algo que Charlie renegará con los dietes apretados.
El final, hay que decirlo, es realmente aleccionador. Porque la clave para enfrentar los vericuetos de la adaptación del libro no está en hacer un remedo de lo narrado, sino que a partir de esa idea basal recrear todo lo que ha leído, en este caso, comenzando por un crimen.
Pero antes que la adaptación, está la pasión. “Escribe desde el dolor”, dirá uno, “encuentra esa cosa específica que te apasione”, dirá otro y Charlie, en su desesperación, deberá eliminar a su creadora para sobrevivir y salir ileso de la locura, el estancamiento y la muerte. Es en esta disyuntiva de la estructura que usará Charlie en la ficción que el film real se tropieza, con juegos temporales que hacen al espectador ir y volver con hechos de hace nueve, tres y dos años. Tropiezo premeditado que regresa con la aparición de esos aspectos del cine odiados por Charlie como el sexo y las carreras persecutorias.
Excelentes actuaciones, acertada banda sonora, pero con una estructura que será una delicia para los innovadores y una latosa puesta en escena para quienes gustan seguir las recetas de lo ya establecido.

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