3/11/2005

Sones de África

Quienes creían no conocer la música del cantante y pianista norteamericano Ray Charles, de seguro comenzarán a identificar varios de los temas que aparecen en Ray, la galardonada película de Taylor Hackford en la última entrega de los premios Oscar.
Pues el mayor de los méritos de este film se halla en la banda sonora que utiliza la voz original del cantante como uno de los legados más importantes que dio la comunidad negra de Estados Unidos al mundo: el soul. Aquellas melodías sufrientes de la esclavitud que nació a mediados del siglo 19, pero que en los primeros quince años del siglo pasado Charles las perfeccionara añadiéndoles un contenido menos religioso y más sensual.
Por ello es una lástima que la cinta no tradujera los temas que, por cierto, tienen un papel fundamental en la secuencia de la historia. Una trama que se basa en los decisivos siete primeros años en la vida del cantante en donde, a medida que va perdiendo la visión, adquiere las enseñanzas férreas de su joven madre para valerse por si mismo.
Todo se traduce en mostrar la ascendente carrera del artista al incorporar innovaciones en las melodías, incluyendo la genial experiencia de componer algunos de sus temas en medio de una presentación en público y obligar al coro a seguir la marcha de su desenfrenada imaginación. A esta capacidad evolutiva le sigue una persistente degradación personal por el abuso de las drogas y las relaciones extramaritales.
Con una adecuada ambientación de los años veinte, pasando por los sesenta, el film recae en tópicos comunes que bien podrían ser utilizados en biografías de grandes artistas como Elvis Presley o Jim Morrison, con la salvedad que Charles escapa a la muerte prematura para fallecer recién el 2004 a los 74 años.
Con un destacado elenco, la cinta se mueve con sutileza en el mundo del abuso y la manipulación sin incorporar a gente blanca como antagonistas. Salvo la poca originalidad en la puesta en escena, el director muestra con maestría a un Ray Charles capaz de doblegar la mano al destino comenzando por abandonar a una amante interesada más en su dinero que en su propio bienestar.Es la vida de una constante lucha por quienes se amparan en lo establecido y los prejuicios de quienes no comen ni dejan comer dando codazos contra cualquier atisbo de innovación. En Ray la historia de la música toma un nuevo curso según el ritmo del corazón de una gran mayoría y Charles fue sólo un portavoz, el artista que hizo del ritmo afroamericano un baluarte de superación para las generaciones del rock y el pop que estaban por venir.

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