1/21/2005

Apocalipsis en la imaginación

Los seguidores de Mila Jovovich, desde que la vieran en El Cuarto Elemento, se llevarán una ingrata sorpresa al apreciarla en Resident Evil: Apocalipsis, el último descalabro de Paul WS Anderson. Mucha belleza de la actriz ucraniana y adrenalina de alto nivel que dieron como resultado este verdadero atentado a la inteligencia humana.
Algo tiene que ver con la secuelas de las primeras versiones de Alien, del ochentero video clip Thriller y un aire enrarecido de la novela La Peste, del escritor checo Franz Kafka, si consideramos que la película se sitúa en Ciudad Raccoon, con muertos vivientes que con una mordida traspasan un letal virus amenazando con convertir en zombies a toda la ciudad.
Es la segunda parte de una trama que conjuga la labor nefasta de un grupo de científicos de Corporación Umbrella, cuyo experimento se les escapa de las manos y es la bella Jovovic (inmunizada con este mal) la profeta de toda la cinta. En esta versión tendrá como objetivo salvar la vida de una niña, como prerrequisito para salvar su propia vida. Las órdenes vienen del padre de la menor, un verdadero Dios que controla por medio de una computadora cada rincón de la ciudad.
Nos encontramos con una ciudad policíaca y con ciudadanos que viven una constante amenaza de los monstruos, la policía y el Ejército. Tal vez la cinta cumpla la suerte de catarsis para algunos norteamericanos acostumbrados a los juegos de video de alta definición.
Desde un comienzo Anderson demuestra una incapacidad para hilvanar la historia a un ritmo armonioso: el comienzo sólo es un recuento de la primera parte para situar al espectador en el contexto general. Muchos datos en tan poco tiempo para dejarnos cerrar los ojos y embotar los oídos con las balaceras que duran hasta el final.
El ritmo deficiente se suma el hecho de encontrar episodios tan inexplicables como, por ejemplo, cuando la Jovovic aparece de la nada en una moto surcando los aires tras cruzar los ventanales de una iglesia. ¿Cómo supo que adentro se encontraban un grupo de personas en peligro?, o cómo es posible que una periodista, cuya vida se ve seriamente amenazada, sea incapaz de gatillar una simple pistola o en cómo lograron revivir los despojos de la heroína de turno.Una película que no merece mayor lectura de la que vemos a diario en un juego de videos, tal como sacaron la idea de la combativa Tomb Raider. Los menos sacarán otras conclusiones al apreciar a una Jovovich algo más huesuda e indestructible. Pero esa es otra de las tantas nebulosas que nos deja este film.

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